Categoría: Cosecha
- Soja |
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Daño mecánico en la cosecha de Soja
¿Cómo y dónde controlarlo?
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Introducción
La semilla/grano de Soja es susceptible de
alterarse en su estructura física por diversos factores que tienen
su origen en el ambiente y en el manejo del lote de producción.
Estas alteraciones pueden afectar físicamente al embrión y a las
estructuras de cobertura y de reserva representadas por los
cotiledones. Cualquier tipo de daño físico afecta no solo la
germinación sino también la producción de plántulas normales e
incide directamente sobre la longevidad de la semilla/grano durante
toda la poscosecha. La perdida de germinación en la semilla
acompaña también a diferentes procesos deteriorativos en el grano,
como la alteración de los contenidos de proteínas, aceites, etc.
La utilización de métodos rápidos indicadores
del grado de deterioro físico actual y/o potencial son de gran
utilidad para diagnosticar daños y tomar decisiones en cuanto a la
regulación de la maquina cosechadora y el destino del lote.
El daño mecánico al grano/semilla de Soja
puede expresarse en forma visible e invisible al ojo humano. El
daño visible es lo que comúnmente denominamos grano partido o
quebrado. El daño invisible se refiere a todos aquellos daños en
la estructura interna del grano/semilla, que no son visibles al ojo
humano, pero que comprometen de igual manera al desarrollo y
metabolismo del grano/semilla.
Al ser la producción agropecuaria en Argentina
tan profesional y competitiva, no debemos dejar de lado el trabajo
de la maquina cosechadora e invertir tiempo y trabajo en hacerlo
cada vez más eficiente. Al perseguir la eficiencia en cualquier
tipo de tarea, lo primero que se debe implementar son los medios de
control, para lograr que cada tarea y el producto logrado sea cada
vez de mejor calidad. En lo referente al trabajo de la maquina
cosechadora. Productores, técnicos y contratistas, disponen de los
métodos sencillos y prácticos difundidos por el INTA para evaluar
pérdidas en cosecha, tanto en cantidad (kg de grano perdido por
hectárea), como de calidad (los diferentes métodos para evaluar el
daño mecánico ocasiono al grano o semilla provocado por los
diferentes procesos llevados a cado por la maquina cosechadora).
Como se cabe el grano de Soja cuando se
encuentra húmedo (> 16% de humedad), resiste más fácilmente el
golpe mecánico sin sufrir alteraciones. En la medida que pierde
humedad adquiere fragilidad y susceptibilidad al daño mecánico. En
el proceso de cosecha lo más importante es que el cultivo presente
una maduración y humedad uniforme que permita bajar la agresividad
mecánica al mínimo para los procesos de trilla y los movimientos
internos de la maquina.
En cambio cuando el cultivo se presenta con alta
desuniformidad, siempre la agresividad mínima de trilla será
aquella que sea capaz de trillar las vainas de Soja más verdes y
húmedas, deteriorando las más secas y maduras.
Ahora bien partiendo de un lote de Soja normal,
el principio de regulación de la cosechadora que conduce al éxito,
es el siguiente: todo grano sometido al proceso de trilla, debe
recibir la menor fricción y golpe posible, o sea que el diseño de
los órganos de trilla debe estar pensado en que la trilla debe ser
progresiva o sea que los granos y vainas más susceptibles deben
tener un trato diferente (menos agresivo), que los mas húmedos e
inmaduros. De allí que las cosechadoras de nueva generación deben
contemplar lo siguiente:
Cilindro tradicional: alta inercia, mucho
peso del cilindro, esto permite bajar las vueltas (velocidad de
trilla), al mínimo sin ocasionar problemas a la correa del
variador, contar con un despajador de bajo impacto, barras batidoras
de estrías profundas y separadas, cóncavo de gran colado (y
regulación tipo progresiva o sea más abierto adelante que atrás)
y siempre trabajar con la menor velocidad de trilla posible cuando
el grano sea destinado a semilla. Si se desea mejorar la performance
de los cilindros tradicionales y bajar el daño mecánico en la
cosecha de semilla de Soja con cosechadoras tradicionales, el
cilindro a dientes tipos planchuelas (con alta inercia), es una
solución muy aconsejable.
Cilindros con acelerador: Si se pretende y
se tiene la posibilidad de evolucionar en el diseño, las
cosechadoras que poseen sistemas de trilla con un acelerador con
colado de grano previo al cilindro, permite bajar el daño mecánico
dado que los granos más secos y susceptibles son colados en el
acelerador casi sin fricción y el resto adquiere una velocidad y
agresividad de trilla progresiva en la medida que ingresa al
cilindro principal.
Cilindros axiales: Si se desea y se tiene la
posibilidad de evolucionar aun más en el diseño de órganos de
trilla progresivos, el rotor axial resulta una buena alternativa, ya
que generalmente el material gira seis vueltas en la trilla y otras
seis vueltas en la separación, o sea que frente a un cultivo
desuniforme, con susceptibilidad de trilla muy distinta, los granos
y vainas de Soja muy secas, maduras y frágiles, ya en la 1ra
vuelta de trilla serán colados por el cóncavo y los más húmedos
e inmaduros, podrán dar 5 o 6 vueltas antes de ser trillados y
colados, o sea que este diseño tiene la posibilidad de darle a cada
grano el tratamiento que merece de acuerdo a su susceptibilidad o
resistencia a ser trillado y alterado.
Pero la trilla no es la única operación de la
cosechadora que daña al grano, existen norias, sinfines, etc. que
si no son diseñados, regulados y mantenidos con conocimiento y
cuidado son muy peligrosos por el daño mecánico que pueden
ocasionar.
La regulación de la limpieza en la cosechadora
también es fundamental hacerla tratando de eliminar al máximo el
retorno de granos al cilindro central, dado que los granos que
retornan tienen gran posibilidad de sufrir daño mecánico.
Existen otros elementos mecánicos del proceso
de cosecha que son peligrosos para la integridad del grano de Soja,
como son: los sinfines de las tolvas autodescargables, los sinfines
de las embolsadotas y luego los sinfines de las extractoras
(almacenaje en silo bolsa). En los almacenajes tradicionales, las
norias y sinfines, como así también la altura de caída libre del
grano en los silos de mucha altura resultan una amenaza a la
integridad física y biológica del grano.
Los métodos disponibles para evaluar calidad
(daño mecánico), del grano obtenido por la cosechadora, se dividen
en métodos físicos (para evaluar daño mecánico visible) y
métodos químicos (para evaluar daño mecánico invisible) (Figura
1).
Figura 1. Daño mecánico en semillas de
Soja. Fuente: INTA PRECOP, 2006.
Métodos Físicos
Si se tomara una muestra de grano al azar de
cualquier parte de la maquina cosechadora (planche, tolva, etc.), en
la misma se encontraran granos sanos y limpios, granos partidos o
quebrados y daños aparentemente sanos por fuera, pero con daño
mecánico en su estructura interna.
Si se quiere evaluar correctamente todo el daño
ocasionado al grano por los procesos físicos de la maquina
cosechadora, primero se debe separa de dicha muestra el porcentaje
de grano o semilla con daño mecánico visible (partido).
Para que los productores, contratistas,
técnicos, acopiadores y semilleros, puedan tener una referencia
rápida de este tipo de daño y así trabajar para evitarlo y/o
corregirlo a lo largo de todo el camino recorrido por el
grano/semilla (cosechadora, almacenaje, transporte, secado,
clasificación y todo movimiento mecánico que pueda ocasionar
daño), el INTA PRECOP diseño un kit de recipiente - zaranda de
fácil uso y lectura, para de manera rápida obtener datos
comparativos de % de partido, de una muestra de Soja, sin necesidad
de dirigirse a un laboratorio de análisis.
El objetivo es que el usuario evalúe todo el
proceso desde que el grano/semilla es tomado por el molinete hasta
que es depositado dentro de la bolsa para su almacenaje, o bien la
semilla es depositada dentro de la tolva de la sembradora.
Con estos datos se pueden controlar la
agresividad de trilla (velocidad y apertura de cóncavo) por
ejemplo, y como estos factores influyen en un mayor o menor
porcentaje de granos partidos del grano de Soja.
Metodología
Como el kit trabaja con una muestra, esta debe
ser lo más representativa posible. El dato obtenido será
representativo de la población siempre que la muestra sea el
promedio de por lo menos tres evaluaciones.
1- Detenga la cosechadora y todos sus mecanismos
internos antes de extraer las muestras.
2- Tome una muestra sobre la mesa de
preparación debajo del cilindro trillador (punto muestreo 1),
enrasando totalmente el recipiente evaluador INTA, esta muestra
representa el valor 100% (1) (Figura 2).
Figura 2. Pasos para la utilización de la
zaranda evaluadora utilizada para separar grano de Soja partido.
Fuente: INTA PRECOP, 2006.
3- Separe los granos/semillas partidos
utilizando el juego de zaranda/bandeja que acompaña al recipiente
(2 y 3). En la bandeja inferior (ciega), quedara todos las mitades y
los pedazos de grano/semilla que contenga la muestra de 100% (4).
4- Vuelva a depositar estas mitades y pedazos de
grano/semilla captado por la bandeja ciega en el recipiente
evaluador (5), y lea el valor de partidos obtenido (por Ej: un 5%),
este valor representa el daño producido por el sistema de trilla
(6). En caso de que el valor sea alto, regule nuevamente el cilindro
trillador con menos R.P.M. y más apertura y repita la evaluación.
Esta evaluación debe hacerse en cada lugar de
la cosechadora donde se encuentre grano que halla pasado por un
proceso mecánico de la trilladora. Es decir a modo de ejemplo se
podría estar tomando una muestra en el deposito de grano de la
cosechadora, realizarle la evaluación y posteriormente tomar una
muestra en la monotolva, para por diferencia, saber que porcentaje
de partido de grano esta produciendo la descarga de la cosechadora.
Métodos Químicos
A la muestra obtenida al pie de la maquina y
luego de separar el daño visible o partido por métodos físicos,
como es el de la zaranda evaluadora del INTA PRECOP, se le debe
evaluar el daño mecánico no visible a los granos aparentemente
sanos, por métodos químicos. Los metodos químicos para evaluar
daño mecánico son varios, pero el más difundido y conocido por su
sencilles y practicidad, es el llamado método del hiplocorito (o de
la lavandina).
La implementación de la prueba de hipoclorito
constituye una herramienta sencilla, económica y rápida para
determinar el nivel de daño físico provocado a la semilla/grano de
Soja en distintas etapas del proceso de producción y manipuleo.
Consiste en sumergir 100 semillas/granos (de
apariencia sana), de Soja en una solución de hipoclorito
(lavandina) y observar el tamaño que adquieren las semillas
sumergidas luego de 10 a 15 minutos. Las semillas/ granos que poseen
alteraciones físicas en cualquiera de sus estructuras se hinchan
aumentando su volumen de manera considerable. De esta manera se
computan las semillas/granos de mayor tamaño, se obtiene el por
ciento en forma directa y se relaciona con el nivel de daño
mecánico presente en la muestra y el lote.
Este sencillo análisis puede ser practicado
durante la cosecha al pie de la maquina, perdiendo establecer
correcciones en variables tales como velocidad de avance,
agresividad de trilla (velocidad de cilindro y separación entre
cilindro/cóncavo). Así mismo este análisis puede ser utilizado
para probar la eficiencia del funcionamiento de maquinarias en
cualquier momento durante el manipuleo del lote. Por otra parte, el
conocer el nivel del daño mecánico que tiene el lote permite tomar
decisiones rápidas relacionadas con el caudal de agua a emplear en
tratamientos especiales como curado y/o inoculado cuando se trata de
semilla destinada a siembra.
Metodología
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Se prepara una solución de hipoclorito al
0.5% y para ello se toman 5 ml de una solución de lavandina
comercial (5 -5.5%) y se completa a 100 ml con agua corriente o
destilada preferentemente.
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Se toman 100 semillas al azar representativas
del proceso, es decir las aparentemente sanas en su estructura
exterior y se sumergen en la solución.
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Se esperan 10 a 15 minutos como máximo.
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Se observan y cuentan las semillas que han
alcanzado entre 2 y 3 veces su tamaño original.
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Se establece directamente el por ciento (%) de
daño físico de la muestra.
Figura 3. Realización de la Prueba de
Hipoclorito al pie de la maquina cosechadora. Fuente: Laboratorio
de semillas del INTA Oliveros, 2005.
Figura 4. Detalle de semillas/granos
hidratándose durante la Prueba de Hipoclorito. Fuente:
Laboratorio de semillas del INTA Oliveros, 2005.
Figura 5. Semillas/granos de Soja
hinchados dañados físicamente. Fuente: Laboratorio de semillas
del INTA Oliveros, 2005.
Figura 6. Semilla/grano de Soja sano
(abajo izquierda), rodeado de otros dañados. Fuente: Laboratorio
de semillas del INTA Oliveros, 2005.
Comentarios finales
En la maquina cosechadora, se deben tener en
cuenta los siguientes aspectos de su funcionamiento a fin de
controlar y disminuir el daño mecánico en los granos de Soja.
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Desgrane en el cabezal, grano desprotegido,
con menor humedad y mayor fragilidad.
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Desgrane en el embocador, grano desprotegido
con menor humedad y mayor fragilidad.
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Daño mecánico durante la trilla por
ingreso al cilindro de granos ya trillados de los procesos
anteriores.
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Daño por excesivo impacto (RPM excesivo del
cilindro de trilla).
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Daño por excesiva fricción por mala
regulación del cilindro/cóncavo.
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Retardo del colado del cóncavo, (granos ya
trillados que continúan el proceso de trilla).
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Excesivo retorno, (granos ya trillados que
continúan en el proceso de trilla).
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Daño por sinfines y norias de la
cosechadora en mal estado, gastados, abollados, etc.
Como la obtención por parte de las maquinas
cosechadoras de un grano de Soja de calidad, es una preocupación a
nivel mundial, la tendencia tecnológica en el rubro cosecha apunta
a la disminución del daño mecánico en el proceso de trilla a
través de la colocación de aceleradores con colado de grano
delante del cilindro trillador convencional, para lograr que los
granos más secos y más frágiles sean colados antes de llegar al
cilindro principal y sufran el menor daño mecánico. Otro aliado
son los cilindros de alta inercia o la colocación de volantes para
poder bajar los R.P.M. de trilla sin dañar la correa variadora, o
bien los cilindros tipo planchuelas o llamados de dientes.
El movimiento interno de la cosechadora y la
descarga del sinfín son otros factores de daño mecánico para el
grano dentro de la cosechadora: los sinfines de descarga
disminuirán el daño mecánico al grano cuanto más horizontales
trabajen, cuando mayor diámetro posean y cuanto menor número de
vueltas trabajen; los sensores de retorno ofrecerán ventajas
importantes en la reducción del daño mecánico al grano, dado que
todo grano que retorne al cilindro central tiene alta posibilidad de
sufrir algún tipo de daño mecánico.
Los estándares de calidad en Soja, para la
campaña 2005/2006 en Argentina, serán más exigentes, por lo que
tendrá mayor incidencia en el nivel de ingreso de los productores.
Concienciar de la importancia del manejo del grano durante la
cosecha para evitar el daño mecánico en el cultivo de Soja y de
otros granos, es una de las tareas fundamentales del proyecto INTA
PRECOP.
Para mayor información sobre eficiencia de
cosecha y postcosecha de granos, puede consultar a cualquiera de las
unidades de INTA participantes del proyecto PRECOP, distribuidas en
15 experimentales en todo el país. También vía Internet en: www.cosechaypostcosecha.org
Autores:
Ing. Agr. MSc. Mario Bragachini
(EEA Manfredi – Métodos físicos)
Ing. Agr. José Peiretti (EEA Manfredi – Métodos físicos)
Ing. Agr. MSc. Roque Craviotto (EEA Oliveros – Métodos químicos)
Ing. Agr. MSc. Mirian Arango (EEA Oliveros – Métodos químicos)
INTA PRECOP. INTA EEA Manfredi. Ruta 9, km 636. (5988) Manfredi.
Córdoba.
Web: www.cosechaypostcosecha.org
Mail: eeamanfredi.agroind@inta.gob.ar
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